IA Generativa en la Justicia Argentina: Resultados Preliminares del Programa Piloto

En un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la Justicia argentina ha dado un paso significativo hacia la incorporación de herramientas de inteligencia artificial generativa (IAGen) en sus procesos. El “Programa Piloto de Uso Estratégico y Responsable de IA Generativa en la Justicia Argentina” ha presentado sus primeros resultados, revelando el potencial y los desafíos que implica la adopción de estas tecnologías en el ámbito judicial.
Objetivos del programa
El programa, impulsado por JUSLAB, el Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA-IALAB) y la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (JUFEJUS), tuvo como objetivo evaluar la eficiencia y calidad del uso de herramientas como ChatGPT y Gemini en tareas judiciales. Además, buscó sensibilizar y capacitar a los operadores judiciales en el uso ético y responsable de estas tecnologías.
Metodología y desarrollo
Durante el programa, se realizaron 29 pruebas en diferentes poderes judiciales del país, abarcando las provincias de Mendoza, San Juan, Tierra del Fuego, Misiones, Tucumán, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los participantes incluyeron jueces, funcionarios y personal administrativo, quienes interactuaron con las herramientas de IAGen en tareas como la redacción de documentos, análisis de jurisprudencia y elaboración de resúmenes legales.
Para evaluar el desempeño, se recopilaron 2845 interacciones en 1007 planillas, midiendo la calidad y eficiencia en una escala de 1 a 5. Los resultados mostraron una valoración promedio superior a 4, destacando la rapidez y utilidad de estas herramientas en diversas funciones judiciales. En esta tarea colaboró el equipo de responsables del foro de estadísticos de JUFEJUS, que fue responsable del análisis cuantitativo de los resultados.
Resultados destacados
Uno de los hallazgos más relevantes fue la optimización del tiempo de trabajo. Por ejemplo, la identificación de agravios en un recurso de inconstitucionalidad, que normalmente llevaba 25 minutos, se redujo a solo 2 minutos y 30 segundos con el uso de IAGen, representando una optimización del 90% en esta tarea específica.
En cuanto a la eficiencia según la complejidad de las tareas, los resultados indicaron un 77% de eficiencia en tareas de alta complejidad, un 38% en tareas de complejidad media y un 28% en tareas de baja complejidad. Entre las herramientas evaluadas, ChatGPT-4o y Gemini Ultra obtuvieron las mejores puntuaciones en calidad y eficiencia.
Sin embargo, el informe también destacó desafíos importantes. La eficacia de las herramientas depende en gran medida de la habilidad de los usuarios para formular consultas precisas (prompting) y de la necesidad de supervisión constante para evitar errores o interpretaciones incorrectas. Además, se subrayó la importancia de la anonimización de datos para proteger la privacidad de las personas involucradas.
Perspectivas futuras y regulación
El programa plantea la necesidad de desarrollar una regulación adecuada que contemple las particularidades del uso de IAGen en la Justicia. Se prevé avanzar en la elaboración de una “Guía de Recomendaciones y Directrices” y un modelo de acordada reglamentaria que estandarice su implementación en los diferentes poderes judiciales del país.
El informe también señala que el acceso a estas tecnologías está experimentando un cambio de paradigma. Mientras que anteriormente los operadores judiciales debían acceder a plataformas especializadas, ahora herramientas como Copilot están integradas en programas de uso cotidiano como Microsoft Word, facilitando su adopción en las tareas diarias.
En conclusión, el “Programa Piloto de Uso Estratégico y Responsable de IA Generativa en la Justicia Argentina” evidencia que la inteligencia artificial generativa tiene un gran potencial para mejorar la eficiencia y la calidad del trabajo judicial. No obstante, su implementación exitosa requiere un enfoque equilibrado que combine el aprovechamiento tecnológico con la supervisión humana y la regulación ética y responsable.